Algunas reflexiones en día de huelga

- Esta huelga era un fracaso de antemano. La opinión pública ni entendía ni entiende que después de dos años de absoluto caos laboral, con el mayor número de parados de la historia de este país, los sindicatos no hayan hecho nada hasta este momento.
- La indolencia sindical de los últimos dos años, amparada bajo la vaga excusa de que "existía diálogo social" ha llevado a que un muy bajo porcentaje de gente considere este paro "necesario".
- Es muy grave que dentro de una situación laboral crítica y ante un gobierno que plantea una reforma del mercado de trabajo increiblemente antisocial e injusta y que echa por tierra muchos de los logros conseguidos en los últimos años, los mayores ataques los estén recibiendo los responsables de velar por los derechos de los trabajadores.
- Es difícil pero hay que intentarlo: olvídemonos por un momento de los sindicatos. Que esta huelga sea un fracaso es malo para este país por dos razones. La primera es que si triunfa la reforma será un auténtico retroceso dentro del estado de derecho. La segunda, que los sindicatos (con todas las revisiones y cambios que hagan falta) son organizaciones totalente necesarias dentro de este sistema. Totalmente. No nos podemos olvidar.
- Resulta curioso ver cómo la derecha aprovecha esa mala prensa sindical para arremeter contra ellos de manera cruenta. Tengamos cuidado los más críticos. No vayamos a suponer un apoyo para los oportunistas.
- Después de la huelga todo seguirá igual: los sindicatos dirán que ha sido un éxito y continuarán en su apoltronamiento, sin hacer ningún tipo de reflexión ni autocrítica, ante los desmanes de un gobierno que sonreirá maliciosamente por el fracaso del paro de hoy ofreciendo pequeñas limosnas llamadas "diálogo social". Seguirán perdiendo los mismos.