A los amigos presentes

La verdad, estoy muy contento. Ayer tocamos, por primera vez desde que llegamos, en Buenos Aires, en la provincia, más concretamente en Ramos Mejía y todo fue bastante bien. Tocamos un poco tarde pero no dejamos que el cansancio hiciera mella y salimos bien airosos a pesar de algunos problemas con el sonido. Para los que no estéis muy enterados os diré que es importante para un músico escucharse bien en el escenario a través de los monitores. Cuando eso no ocurre es muy difícil transmitir exactamente lo que quieres transmitir. A pesar de esos problemas la pasamos muy bien y creo que la gente también quedó contenta.
Antes de eso, de tocar, digo, habían ocurrido un par de cosas geniales: para comer aceptamos la invitación de Conde, tecladista de la Mancha de Rolando, que junto a su mujer y su pequeña Merlina nos prepararon un asado delicioso en su casa. Todo un lujo que aún no sabemos agradecer. Además, el gran Juanito Vigón y la gran Rosser llegaron de nuevo de Chile para colmarnos de alegría. ¡Qué maravilla verles de nuevo! ¡qué alegría encontrarse con los amigos tan lejos, sentirte tan cerca!.
Hoy también está siendo un día para recordar. Recién llegamos de comer con el gran Alejandro Romano, un tipo increible, un amigo, un hermano acá en Baires...nunca sabremos cómo agradecerle tanta hospitalidad. Me reconforta ver cómo hay gente que sabe hacer las cosas como deben hacerse...Romano es, como diríamos en Asturias, un paisano. Acabar nuestro encuentro recorriendo la 9 de julio escuchando "Al lado del camino" no tiene precio. ¡Gracias amigo!.
Y nada, ahora a descansar un poquito. Hoy tocamos cerca del hotel, a unas tres cuadras, y pinta todo bastante bien. Intentaré contaros mañana algo si la resaca de fernets y el Pepsi Music me lo permiten.
A pesar de todo, les echo mucho de menos...