El viaje a ninguna parte

Cuando cursaba 2º de B.UP. nuestra profesora de literatura nos "obligó" a leer una obra de teatro titulada "Las bicicletas son para el verano". El autor era Fernando Fernán-Gómez, un tipo que por aquel entonces conocía casi sólo de oídas, que era actor y eso. Cuando lei aquella obra me quedé fascinado y empecé a interesarme por el personaje, por el escritor, por sus películas y por sus obras.

Sé que muchos hoy pensamos lo mismo. Nos produce cierta pena que mucha gente sólo haya oído hablar de este hombre por alguna salida de tono (que no reproduciré) que, en los últimos años, le dio más popularidad que cualquiera de sus trabajos. Es el precio que hay que pagar en este país por tener talento.

Hoy he pensado que cuando se muere alguien nos morimos un poco también nosotros. A veces nos morimos mucho.

Yo, que tanto admiro a la gente con talento, hoy me siento triste. Él ya ha emprendido su "extraño viaje", su "viaje a ninguna parte". Descanse en paz.