Verdad absoluta
Una chica abrazada a una guitarra siempre me produce cierto morbo, una atracción especial. Es una representación magnífica de la sensualidad; más aún si lo que toca y canta me gusta.
Supongo que es algo que siempre ha tenido relación: la música y el subconsciente, la capacidad de las melodías y las letras de abrir puertas de nuestro interior que desconocemos. Ésto, que podría parecer obvio, no lo es tanto si uno se fija en el tratamiento que se le da a la música actualmente.
Y lo digo porque muchas veces tengo la impresión de que la gente no siente las mismas cosas, ni siquiera parecidas, que yo siento al escuchar una canción. Es evidente que a cada uno, con sus circunstancias, le afectará de una manera distinta, pero debería haber un nexo común, llamadlo verdad absoluta si queréis, que afirmara que eso es bueno y necesario.
Supongo que es igual que con Dios: no hay ninguna prueba fiable de que existe, pero ciertos indicios (un orgasmo, un acantilado en Llanes, una mirada, el firmamento) parecen indicar que algo habrá que lo explique todo. O quizá sea, como en la música, esa necesidad de sentirnos vivos y menos solos cuando estamos solos y afónicos.
3 Comentarios:
¡¡¡Quién fuera Carla!!!
¡¡¡Quién fuera Lucinda!!!
¡¡¡Quién fuera Kt!!! para que me tuvieses en tus pensamientos!!
O mejor aun...¡¡¡quién fuese tu guitarra para que me tuvieses entre tus brazos!!!
Un sueño imposible: compartir contigo cualquiera de esos "indicios" de los que hablas...
¡¡Qué suerte tienen algunas!!
Oye ¿qué bien no?,pensar lo que a cada uno puede producirle algo es un juego que se me antoja excitante.Sobre todo si se trata de una canción
Oye ¿qué bien no?,pensar lo que a cada uno puede producirle algo es un juego que se me antoja excitante.Sobre todo si se trata de una canción
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