Los años de Mike

Un buen día perdido entre los días de un año perdido entre los años recibí la llamada de un tipo del que sólo conocía su nombre y que era, como otros decían que yo era, "cantautor". Me invitaba a cantar en su "brand new" disco, que preparaba en esos momentos con ilusión y talento. Halagado por sus palabras, y orgulloso por que algún insensato me pidiera una colaboración, acepté de buenísima gana y destrocé una canción preciosa titulada "El tacto de sus labios". En persona descubrí que el tipo en cuestión era flaco y barbudo, que tocaba el piano y era de Turón. Y que tenía, el muy cabrón, el talento que a mi me gustaría tener.

Comenzamos entonces una relación que dura hasta hoy, día en que cumple no sé cuantos años, regada de conciertos y música, cervezas, bromas y amistad, puedo decir orgulloso.

Hoy celebra que es un año más viejo y más sabio subido en un escenario. Quizá no el que a él le gustaría, pero ahí encima, con un par, como deben hacerse las cosas, en el cuadrilátero.

Algún día, cuando no tenga tiempo para mí porque ha de atender a la prensa, y mi hija cante por los pasillos sus canciones, sonreiré.

Muchas felicidades golfo!!

Aquí, el gran Alfredo González.