Barrett, Zidane y otras cosas del querer

A ver cómo lo explico. No hay nada más desesperante que un ordenador que no funciona bien. Sé que eso no es excusa para tardar tanto en actualizar porque hoy en día en cualquier cuarto de baño puedes conectarte al mundo real llamado Internet, pero a veces a uno se le quitan las ganas de seguir jugando con aparatitos. Tengo un amigo que no tiene móvil y utiliza calendarios de bolsillo y, a veces, sólo a veces, le envidio. Pero no creáis, a mi me jode más que a vosotros. En este tiempo han pasado muchas cosas de las que me hubiera gustado hablar: el mundial, el cabezazo de Zidane, la muerte del genial Syd Barrett, el carné por puntos, las sensaciones al volver a ver el mar, la última canción que he escrito, la sonrisa de E. y un montón de buenos etcéteras que se perderán para siempre en el limbo de los "post".
De todas formas es algo que ocurre con frecuencia. Seguro que alguna vez, en mitad de una conversación, se os ha ocurrido algo que os parece interesante comentar, algún dato importante o una reflexión original que no llegáis a explicar debido a diversas causas. La más común suele ser que, por despiste o cualquier otra razón, la charla deriva en otro asunto y lo que habíais pensado ya no tiene importancia. O al menos no la tiene ya.
A eso lo llamo yo conversaciones conmigo mismo. Otros dirán que menudo gilipollas.
P.D. El mejor jugador del mundo se llama Gattuso